viernes, 2 de julio de 2010

¿Por qué se cayó Brasil?


Tomado de El Comercio. El blog de Carlos Salas. Pobre Dunga. La que le espera. Se peleó con la prensa de su país y para defenderse enrostraba su palmarés. “Jugué tres torneos, gané los tres”. Ese argumento resultadista se vuelve en su contra hoy que ha perdido en cuartos y no ha superado la línea de Parreira en el 2006. Si su antecesor fue tratado como ‘burro’ en el aeropuerto de Río, él no puede esperar nada distinto: ya deben estar fabricando los gorros Dunga con orejas de burrito incluidas. Aquí las razones de su caída:

1. Porque Julio César no fue Superman. Fue Clark Kent, digamos. Salió a destiempo, chocó con Felipe Melo y se hizo un blopper en el 1-1. En la conferencia del jueves, cuando le hablaron de las Jabulani, dijo: “A mi no me gustan, pero si me hacen un gol tonto no lo pondré como excusa”. Okey, si no fue la pelota, ¿qué fue? Nada, la comprobación de que no hay invencibles y de que incluso el mejor arquero del mundo puede equivocarse. En el segundo gol no fue ni Superman, ni Clark Kent. Fue una estatua.

2. Porque Holanda lo atacó como nadie. Tras el gol de Robinho, el 1-0, parecía el partido cantado para el fútbol cerrado de Dunga. Era –como contra Chile en el segundo tiempo– un choque lindo para jugarlo de contra. En esas estaba, pero Robben no es Sánchez, Sneijder no es Beousejour y Van Persie no es Suazo. Hay una diferencia individual importante a favor de los holandeses. Es un tema de jerarquía. No es la Holanda del 74, pero es mejor que la Holanda del 94 y del 98. Lo atacó y vio lo que nadie: huecos en Brasil.

3. Porque Robben hizo trizas a Michel Bastos. Era el gran duelo previo: el wing holandés haciendo diagonales por la banda del peor defensa brasileño. Robben no hizo partidazo, pero aun jugando por debajo de su mejor versión logró –en sociedad con Sneijder y Van der Wiel- alterar a Bastos primero (fue reemplazado) y a Melo después (fue expulsado). Y pensar que antes ese carril lo cuidaban Branco, Leonardo, Roberto Carlos. Con razón Vargas es tan cotizado. Ni los brasileños tienen zurdos buenos.

4. Porque cuando quiso ir a empatar ya no tuvo desequilibrio. Lo de Brasil tiene sentido cuando domina el partido. Pero hoy se le presentó un panorama muy distinto al de una eliminatoria (donde es papá) o al de una Copa América (donde es rey). Debió ir a buscar el 2-2 y salvo una apilada de Kaká sobre el final no tuvo un solo rasgo brasileño tìpico que le permita desequilibrar con jogo. Claro, si Dunga dejó en Brasil a Diego, Pato y Dinho, no podía esperarse otra cosa. En la hora clave Brasil fue puro pelotazo, puro balón dividido. Mucho músculo, poca neurona.

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