lunes, 17 de mayo de 2010

"...pero es importante que lo hagas porque nadie más lo hará por ti"

Hace mucho tiempo que una película no hacía que se me estremesca de tal manera el corazón que hasta ocacione que se me empañen los ojos. Increíble. Recuérdame, dirigida por Allen Coulter con el guión a cargo de Will Fetters. ¡Pero qué película! ¡Impresionante!.

El trauma de Ally (Emilie de Ravin) al ver con sus propios ojos cómo mataban a su madre; la desesperación de su padre, el Police Chief (Kevin P. McCarthy), por querer hacer que su hija no se vaya de su lado; la frustración de Caroline Hawkings (Ruby Jerins), la pequeña rechazada por sus compañeras de clase por amar el arte y, sobretodo, decepcionada consigo y frutrada por no entender por qué su padre Charles Hawkins (Pierce Brosnan), un señor millonario, muy centrado en sus negocios y desinteresado por sus hijos, no la amaba, a pesar de ser una niña brillante. Pero con quien más me identifiqué fue con el protagonista, Tyler Hawkins (Robert Pattinson), hijo del millonario Charles Hawkins, hermano de Caroline, enamorado de Ally y odiado por el Police Chief, padre de su amor.

No me identifico totalmente con Tyler porque, claro, yo no soy vago como lo era él. Pero tiene varias capacidades que me gustaría tener. Rebelde, celoso con lo suyo, zarrapastroso, desordenado, conchudo, rencoroso, amante de la literatura, desadaptado, fuera de lugar, desinteresado con lo que pueda pasarle, etc, etc. Capaz de enfrentar a su padre, un hombre poderoso por fuera, pero miedoso por dentro; de ir en contra de lo que podía afectar a los suyos; amante de hermanita, su pequeña hermanita, su amor, por quien era capaz de dar la vida. 

Al iniciar, dijo unas palabras que me marcaron, no al inicio sino al final, pues ahí es donde da por terminado lo que te lleva a hacer lo dicho al inicio al citar a Gandhi: "Lo que hagas en esta vida será insignificante, pero es importante que lo hagas".

Dos escenas no se me borran de la mente. La primera, cuando va donde su padre, luego de no haber ido a la exposición de los dibujos impresionantes que hacía su hija, Caroline, a recriminarle por qué carajos no había ido, sabiendo que su pequeña lo que más quería era que él vaya; hasta le había hecho un dibujo, lo había dibujado, y, claro, de manera majestual. Cogió el dibujo, fue en bicicleta al trabajo de su papá, Charles Hawkins, entró a la reunión en la que estaba, sin permiso, lo puteó al frente de todos los demás directivos, dibujo en mano, y hasta casi se va a los golpes con él.
La segunda es cuando acompaña, de la mano, a su pequeña hermana, Caroline, entra a su salón, sin permiso, como siempre, y, ante la admiración y susto de sus compañeras y profesora, le preguntó: "¿Estás bien?". Al ver que su excluída y asustada hermanita (es bueno recordar que para eso sus amigas, en una matiné, nadie sabe como, le cortaron su precioso pelo largo, lazio, castaño [creo que castaño, no sé difinir colores de cabello]) asentía, propuso irse, sin dudar que insatisfecho por la respuesta adquirida, escuchó que una de las chiquitas de burlaba de ella diciéndole que "te queda bien; te ves mejor". Esto provocó a que se enfurezca, de manera que, descontrolándose, como era natural en él, moviése precipitadamente la carpeta donde estaba sentada la niña que se burló, unos 45º, y arrancando de la pared un extinguidor y lanzándolo hacia una de las lunas laterales del aula, asustando, obviamente, a todas las niñas y la profesora, sin dejar de lado que antes de irse, regresó la carpeta como estaba al inicio, pero no delicadamente, claro (no entiendo cómo no es que la chiquita se cayó de cabeza, pues no jaló la carpeta tan despacio que digamos).

Después acabó en la carceleta; era de esperarse. Pero después de ello, inexplicablemente, su padre, el millonario Charles Hawkins, que siempre sacaba a su hijo de las diversas cárceles a las cuales siempre lo metían, tomó medidas para cuidar a su hija en ese colegio (tengo que aceptar que no entendí si le había dado "una semana al colegio" para votar a las niñas causantes de tremendo daño o alguna otra medida). Luego, su papá lo citó para conversar, pero, antes de ello, iba a llevar a su hija pequeña al colegio.

¿Todo lo provocó que hizo Tyler provocó que su padre cambiase tan radicalmente? Bueno, eso tendríamos que preguntárselo a Allen Coulter. Pero de que influyó, influyó.

Tengo que rescatar, indudablemente, el celo que tenía Tyler por su familia, especialmente por su hermanita, su pequeña, Carolina. Esto me conmueve mucho porque también tengo una hermanita, menor que Carolina, pero más hermosa que ella, claro (con el perdón de Ruby Jerins), pero, más que nada, porque fue capaz de enfrentarse a los problemas de su familia, contra su padre especialmente, su padre, a quien odiaba por fuera, pero quería por dentro, quien no era cualquier persona, era su padre, quien lo crió. No lo pensó dos veces. Fue a encarar a su padre y putearlo por no cumpli su papel paternal: darle amor a su hija.

Lamentablemente, aunque no sé si lamentablemente, ocurrió el atentado del 11 de septiembre. Tyler muere. Pero...lo consiguió. Hizo lo que tenía que hacer. No temió. No dudó. Se enfrentó. Con coraje, con fuerza con convicción, con amor, sin retroceder.

¿Cuántas veces nos corremos de nuestras responsabilidades, de nuestros miedos, de los obstáculos que tenemos que pasar para conseguir lo que más queremos? ¿Cuántas veces, pienso yo, no soy capaz de enfrentarme a todo ello y más? Él lo consiguió y eso me conmovió. No porque fue romántico y bonito, no. Porque se atrevió, se enfrentó a todo, con lo vago, rebelde y zarrapastroso que era, lo consiguió.

"Lo que hagas en la vida será insignificante, pero es importante que lo hagas", pues nadie más lo hará por ti". Yo también lo quiero conseguirè. Espero lo consiga. Lo conseguiré. Lo haré.

http://www.youtube.com/watch?v=BWs-mrgfM_4

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